Iquitos

Hay lugares en el mundo difíciles de fotografiar. Lugares donde, con tan sólo una cámara y un lente, pocos lograrían captar su real y viva esencia.

También hay individuos difíciles de retratar. Personas de tan intensa y compleja personalidad, que eternizarlos en una fotografía, sería un reto no menor.

Iquitos y su gente, son uno de ellos. Ciudad amazónica, rica en historia, flora y fauna. Ciudad caliente y de infinitos colores. Ciudad poblada por seres de irrepetible y enardecido entusiasmo.

Morfi Jiménez asumió el desafío. Con su cámara, hurgó en las calles más recónditas de esta tierra y atravesó el alma de sus pobladores. “Iquitos”, es el resultado de una serie de viajes donde Jiménez nos traslada nuevamente a esa arriesgada frontera, aquella donde la ficción y el documento, difícilmente se logran encontrar.

Una vez más, Jiménez sale airoso. Como pez en el agua, Morfi navega por las cálidas orillas del Amazonas documentando escenas cotidianas, que enmarcadas en la robustez de la selva, son protagonizadas por provocadores personajes.

Surcando las húmedas calles ribereñas, Jiménez continúa su viaje, y desembarca en un personalísimo tratamiento cromático, desde el cual busca rescatar de su propia memoria, el utópico e inalcanzable color amazónico.

Es que “Iquitos” es como Iquitos. Real pero de ensueño. Existente pero imaginaria. Difícil de fotografiar pero fotografiada por Jiménez.

Carlos Caamaño